martes, 2 de abril de 2013

LA SEMANA DE PASIÓN


LA SEMANA DE PASIÓN

Cierto día un grupo de amigos se encontraban dialogando de lo fabuloso que seria realizar un paseo para la semana santa; después de mucho debatir, y sin llegar a un acuerdo de donde sería el lugar mas apropiado entonces uno de ellos dijo muy afable; nos podemos ir a quedar a la casa de mi abuelita, solo abría que llevar dinero necesario para los suvenires, el incentivo: la casa quedaba a las afueras de Ibagué y  no habría problema de ningún tipo recalco el muchacho. El resto del grupo sin pensarlo dos veces se dirigieron a empacar sus maletas ya sacar sus pocos ahorros sin pensar que estarían a punto de pasar por una odisea. Llenos de energía salieron en busca de “su tan merecido descanso”. Después de un largo viaje llegaron a la ciudad sedientos y cansados, el calor nublaba el pensamiento, podían sentir como sus ropas se fundían con su cuerpo. En ese momento solo una cerveza fría les devolvería la calma y la capacidad de pensar con claridad.
Calmada la sed, se dirigieron a la morada; cuando llegaron, esta era una casa modesta, en obra gris; una abuelita los atendió y les dijo que eran bienvenidos a su humilde morada, la señora muy cordial les dijo: se pueden quedar en unas colchonetas o si pueden quedarse en un apartamento  ubicado en el centro de la ciudad.es en un sexto piso con una vista fabulosa recalco la anciana tiene tres habitaciones, sala comedor, cocina integral, baño y un hermoso balcón.
Luego de un corto tiempo de meditación el grupo decidió no incomodar en sus quehaceres  a la humilde anciana aun cuando recalco que era un verdadero placer pues los veía como sus hijos, tomaron sus maletas y se dirigieron al centro de la ciudad; al llegar, un portero muy amable les dio la bienvenida; ellos satisfechos por haber tomado la mejor decisión llegaron a el apartamento y ¡vaya sorpresa! el apartamento estaba totalmente desocupado; al final decidieron quedarse en el lugar y cambiar la humilde atención de una bonita abuelita por una casa desolada.
Jhon Hamilton Becerra Cañas
Expresión escrita

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