BIOGRAFIA
DE GUSTAVO ALVAREZ GARDEAZABAL
Presentado
por:
Jhon
Hamilton Becerra Cañas
UNIDADES
DE INFORMACION
Presentado
a:
Noelia
Rios
Fundación
INPAHU
Facultad
de Ingeniería
Tecnología
en Administración de Sistemas de la Información y Documentación
Bogotá
2013
GUSTAVO
ALVAREZ GARDEAZABAL
Escritor,
crítico literario, periodista, político, docente, Doctor Honoris Causa en
Literatura de la Universidad del Valle nacido
el 31 de octubre de 1945 en Tuluá, departamento del Valle del Cauca, donde ha
residido la mayor parte de su vida. El mayor de otros cinco hermanos, Martha,
Esneda, Fabio, Jorge y Margarita en el hogar formado por Evergisto Álvarez
Restrepo Su padre, fue un inmigrante
antioqueño que llegó a Tuluá en la década del
40, y su madre, María Gardeazábal Rodríguez, una tulueña nieta de
vascos liberales radicales hija del librero del pueblo. Con el tiempo su padre
llegó a ser un reconocido jefe conservador en el municipio y su madre
presidenta de la Acción Católica. Hizo sus primeros estudios en el Colegio de
las Madres Franciscanas, centro educativo de unas monjas suizo-alemanas en el
que, según reconoce el escritor, recibió la educación más importante de su
vida: la formación disciplinaria y la orientación en su capacidad de
observación.
Hizo
estudios de pregrado en la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín en la
carrera de Ingeniería Química, pero fue expulsado en 1964 por escribir y
repartir públicamente, en la entrada de la Universidad un escrito titulado
Piedra Pintada, en el que criticaba fuertemente al “rector magnífico
monseñor Félix Henao Botero y a su corte de lameculos”, según afirma en
entrevista publicada por Jonathan Tittler en el libro El Verbo y el Mando.
En
1964 cursó un trimestre en St. Michael's College en Vermont, Estados Unidos con
énfasis en el idioma inglés, para luego matricularse en la Facultad de Letras e
Historia en la Universidad del Valle donde obtuvo su licenciatura el 19 de
junio de 1970 con la tesis "La novela de la violencia en Colombia",
bajo la tutoría de William Langford, profesor de la Universidad de Notre Dame
en Indiana, y lo que dice es “di toda la lora posible, asumí el liderazgo
estudiantil de frente, y con qué furia y argucias, contra los marxistas y
contra los derechistas; me hice elegir miembro del comité directivo de la
Federación de Estudiantes y libré batallas novelescas contra las estructuras
política y universitaria”.
Luego
de graduarse, enseñó literatura por dos años en la Universidad de Nariño en Toro
bajo y entre 1972 hasta 1980 en la Universidad del Valle. Viviendo en Nariño,
escribe su obra más reconocida y estudiada internacionalmente "Cóndores no
entierran todos los días", que recibió el elogio del Nobel
guatemalteco Miguel Ángel Asturias y
de intelectuales como James D. Brown y Jacques Gilard.
Durante
su vinculación con la Universidad del Valle, primero como estudiante y luego
como docente, fue el promotor principal para invitar al claustro a figuras
literarias de importancia continental como Jorge Edwards, Clarice
Lispector, Fernando Alegría y
luego a Mario Vargas Llosa, Manuel
Puig y Camilo José Cela,
entre otros.
Su
obra se caracteriza por su gran fuerza descriptiva y su estilo directo y
carente de casticismo retórico. Sus palabras desnudas y escuetas muestran la
realidad de las cosas y los vicios que corrompen a la sociedad colombiana,
rasgo que lo ha convertido en uno de los autores preferidos del público. Su
obra está referida a los temas de la violencia en Colombia, el fetichismo de
la religión,
la corrupción de los gamonales o caciques y
en general al conflicto social. Pero también menciona pasajes que suceden en la
intimidad y las indiscreciones sexuales de sus personajes en ocasiones jocosas
y hasta ridículas. La estructura moderna de la novela y el lenguaje depurado le
han ganado amplia aceptación.
El
universo de su narrativa se centra en su tierra natal, con ramificaciones al
Valle del Cauca, y sus temas recurrentes son la extensión de la violencia
indiscriminada, la superchería milagrera en que se sustenta el conservadurismo
religioso hispanoamericano, el poder omnímodo de los grandes terratenientes,
las nuevas bolsas de riqueza generadas por la expansión del narcotráfico, la
corrupción generada por el sistema caciquil de los gamonales y las crisis
ideológicas de los sectores progresistas
Ha
sido premiado en España por sus cuentos "Ana María Torrentes",
"Donaldo Arrieta" y "El día que volvió León María", así
como en Cuba por el libro Cuentos del parque Boyacá (1978, premio Casa de las
Américas). De sus nueve novelas, cuatro han sido galardonadas: Cóndores no
entierran todos los días (1976), premio Macanor de España en 1974, quizá su
obra más importante; La boba y el buda (1972), premio Ciudad de Salamanca 1970;
Dabeiba (1972), segundo premio Nadal en 1972, y Los míos (1982), segundo premio
Plaza y Janés 1981. En 1977 publicó El titiritero.
Es
un hombre polémico que gusta del poder y que desde sus inicios en la
Universidad del Valle ha demostrado vocación de mando e interés por la política
y la vida pública. Su actividad como líder estudiantil la alternaba con una
columna en el diario Occidente, donde, según revela él mismo, ponía sobre el
tapete todo lo que ni el rector Alfonso Ocampo, ni los distintos grupos
políticos de la Universidad del Valle le permitían discutir en el campus. Sus
primeros cuentos fueron publicados en La Estafeta Literaria, revista
de Madrid y la revista Mundo Nuevo de París. En 1971 publicó su
primera novela, La tara de papá, considerada por el escritor
su novela madre, pues están allí consignadas todas las potencialidades de
su estilo difícil de clasificar y su gusto por temáticas como la violencia, la
política, la iglesia católica y su nada inocente papel en la historia
colombiana, y las costumbres de su pueblo natal. No obstante, es su
novela Cóndores no entierran todos los días la que le otorga gran
reconocimiento como escritor, tras ganar el Premio Manacor y ser editado por la
Editorial Destino, en Barcelona en 1972. Hasta el 2004 el libro ha llegado a
las 60 ediciones legales y más de 90 piratas, que el mismo autor ha
coleccionado y que no dejan de sorprenderlo.
En
1972 gana el premio Ciudad de Salamanca con su novela La Boba y el Buda;
otras novelas publicadas son: Piedra Pintada (1965), El Gringo
del Cascajero (1968), Dabeiba(1973), El Bazar de los
Idiotas (1974), El Titiritero (1977), Los Míos (1981), Pepe
Botellas(1984), El Divino (1986), El Último
Gamonal (1987), Los Sordos ya no Hablan (1991), Comandante
Paraíso (2002) y Las mujeres de la muerte (2003). También ha
escrito el libro de relatos Cuentos del Parque Boyacá (1979), los
libros de ensayos Manual de crítica
literaria (1986), Perorata (1991), La novela colombiana:
entre la verdad y la mentira(2000), Se llamaba el País
Vallecaucano (2001) y el libro de crónicas Prisionero de la
esperanza (2000).
Ha
sido profesor de la Universidad de Nariño en Pasto entre 1970 y 1972, después
en Cali en la Universidad del Valle entre 1972 y 1980, año en que se
retira en protesta contra las reformas hechas por el entonces ministro de
educación Rodrigo Lloreda, quién dictó un decreto prohibiendo a los profesores
ejercer su actividad política. Respecto a su vida de profesor universitario
Álvarez Gardeazábal dice: Mis cursos eran programados para 30 alumnos en
salones normales, todos los tuve que dictar en grandes auditorios, pues la
gente iba a oírme sin matricularse al curso. Por su puesto yo no he creído en
las calificaciones como elemento de juicio, simplemente mandaba a hacer
trabajos a los estudiantes inscritos oficialmente (a veces los otros los hacían
también), yo los comentaba en público y después les pedía a cada uno que
pusiera la nota para llenar el trámite burocrático. El consejo directivo
consideró oprobioso el sistema pero nunca me pudo sancionar… (Entrevista
publicada por Tittler).
Aunque
desde sus inicios expresó su vocación política y de hombre público y ha sido un
constante líder, como columnista, estudiante y profesor universitario, es
solo hasta 1978 que inicia su participación en un movimiento político oficial,
cuando siendo profesor de la Universidad del Valle se inscribe en el Movimiento
Cívico, que se agrupaba alrededor del periodista José Pardo Llada. Fue elegido
concejal de Cali ese año y diputado a la Asamblea del Valle, al período
siguiente. Luego quiso hacerse relegir como diputado, lanzándose como candidato
independiente, pero fue derrotado. El siguiente período se lanza al concejo del
municipio de Tuluá, su pueblo natal, siendo elegido; en 1988, contra todos los
pronósticos, se convierte en el primer alcalde elegido por voto popular en el
mismo municipio.
En
1990 lanza su candidatura a la Asamblea Constituyente pero sale derrotado. En 1992
repite como alcalde de Tuluá con una votación bastante amplia. Durante este
período su figura apareció ampliamente en los noticieros debido a sus
constantes enfrentamientos con el presidente César Gaviria Trujillo, siendo uno
de los principales detractores de la “hora Gaviria”, pero sobre todo,
oponiéndose a la ocupación de la isla de Guanchaco por marines del ejército
norteamericano que, como parte de una supuesta operación antidrogas,
desembarcaron en la isla y estuvieron allí por varios meses. Fue en esta
confrontación que llegó a decir en público “gringos periqueros” y que ordenó
izar a media asta la bandera de Colombia en su municipio como protesta por la
ocupación yanqui a la isla del pacífico, en la costa Vallecaucana. Esto le
valió la enemistad política de las élites del partido liberal y del gobierno
estadounidense, quien de inmediato le quitó la visa.
Al
terminar su alcaldía, en 1996, y dos años antes de las siguientes
elecciones, sin apoyo de ningún partido ni gremio económico, inicia su campaña
a la gobernación del Valle de una manera muy peculiar: en 1996 inicio mi
campaña a la gobernación y durante año y medio, acompañado solo de Carlos
Saldarriaga y en carro prestado o en la ‘narcochéchere’, con quince asientos
plásticos y un megáfono, recorro el Valle vendiendo mi
libro Perorata y gano por la abrumadora cifra de 700 mil… que error,
si hubiera ganado por solo 50 mil no se habrían montado las máquinas…
Ganar
las elecciones a gobernador, sin apoyo de la maquinaria política, y por la
cifra abrumadora de 780mil votos fue un hecho sin precedentes en la historia
electoral colombiana, el cuál puso a temblar a las élites políticas, no solo
del Valle sino de Colombia entera. Este hecho, aunado a la construcción de su
imagen pública como político incorruptible, su prestigio como escritor, su
costumbre de hablar de frente de la política nacional y las declaraciones
públicas de su homosexualidad, además de asustar a las élites, las escandalizó.
Su triunfo de inmediato lo instaló en la lista de “los presidenciables” y de
inmediato se iniciaron persecuciones políticas en su contra, que buscaban
truncar su mandato como gobernador y sacarlo de la arena política ante el temor
de que se lanzara a las elecciones presidenciales en el 2002 y las ganara de la
misma forma.
La
gobernación de Gustavo Álvarez Gardeazábal es descrita por Jonathan Tittler de
esta manera: Había recibido un número de votos sin precedentes. También
heredó problemas muy graves en su departamento: una deuda fiscal profunda, una
migración masiva de campesinos del campo a la ciudad y una guerra en escalación
entre varios grupos armados. Trabajó para fortalecer y reformar la agricultura
y la industria de la zona. Impuso austeras medidas económicas para enfrentar la
deuda pública y, a pesar de los grandes problemas financieros, lanzó un
programa para apoyar las artes. Pero su mayor desafío fue la guerra. Se la
acercó como ningún oficial gubernamental jamás lo había hecho: con el
diálogo (Tittler, 2004:117).
En
1999 fue acusado de enriquecimiento ilícito por haber vendido en 1992 una
escultura por el valor de siete millones de pesos a quien resultó ser un
testaferro de un narcotraficante. En un proceso, que dejó muchas dudas a la
opinión pública, fue hallado culpable y condenado a seis años y seis meses de
prisión, lo que lo obligó a dimitir como Gobernador y pagar la condena. Tittler
lo relata así; ‘…El mandatario departamental fue investigado por haber
recibido, presuntamente, del cartel de la droga de Cali, seis cheques por valor
de 55 millones de pesos (unos 80.000 dólares)’. Las cifras que yo he comprobado
personalmente son distintas. He visto un comprobante bancario de ingresos
firmado por Álvarez Gardeazábal a la cifra de solo siete millones de pesos. No
sé si haya habido otros comprobantes para llegar a la cifra mucho más alta
citada en la noticia arriba. Pero el hecho es que Álvarez no tenía la riqueza
necesaria para defenderse de las acusaciones (Tittler, 2004:119).
Gardeazábal
se ha referido a su caso como "Orquestado por la campaña presidencial de
Horacio Serpa y la Embajada Estadounidense". Lo cierto es que existe un
precedente más que refuerza la versión de que su condena fue una persecución
política y es el hecho de que a Ernesto Samper Pizano, quién fue presidente
antes que él fuera gobernador, se le comprobó el ingreso a su campaña de varios
millones de dólares donados directamente por Gilberto Rodríguez Orejuela, jefe
del Cartel de Cali, sin recibir sanción alguna por parte de la justicia
colombiana.
Trayectoria
como escritor
Reconocido
ampliamente por su faceta de escritor, ha publicado 19 libros y más de mil
artículos y/o ensayos. Su novela más reconocida es Cóndores no entierran todos los días(1971),
en la cual describe la violencia del país en mitad del siglo XX. Ganadora del
Premio Manacor, fue llevada al cine por Francisco Norden.
En
1984, ganó la prestigiosa beca de la Fundación John Simón Guggenheim [4] por
su contribución y creatividad literaria de ficción, que lo llevó de nuevo por
un período a los Estados Unidos. En ese tiempo vivió en Ithaca, Nueva York donde
inició la novela "El Divino" y fue invitado a hacer presentaciones de
su obra en prestigiosas universidades de los Estados Unidos. Por varios años ha
colaborado con una columna regular de análisis y crítica en el periódico
"El Colombiano" de Medellín. Su trabajo periodístico tanto escrito
como radial, se ha caracterizado por su independencia de criterio, su afán en
la verificación de las fuentes y su osadía permanente en llamar por su nombre
los casos de abuso de poder, despilfarro o corrupción oficial.
Ha
sido premiado en España por sus cuentos "Ana María Torrentes",
"Donaldo Arrieta" y "El día que volvió León María", así
como en Cuba por el libro Cuentos del parque Boyacá (1978, premio Casa de las
Américas). De sus nueve novelas, cuatro han sido galardonadas: Cóndores no
entierran todos los días (1976), premio Macanor de España en 1974, quizá su
obra más importante; La boba y el buda (1972), premio Ciudad de Salamanca 1970;
Dabeiba (1972), segundo premio Nadal en 1972, y Los míos (1982), segundo premio
Plaza y Janés 1981. En 1977 publicó El titiritero
Obras
·
Piedra Pintada, Colombia:
Editorial Bedout, 1965.
·
El Gringo del
Cascajero, Sin datos editoriales, 1968.
·
La tara de Papá, Bogotá:
Plaza & Janés, 1971.
·
Cóndores no entierran todos
los días, Barcelona: Editorial Destino, 1972.
·
La Boba y el
Buda, Barcelona: Editorial Destino 1972.
·
Dabeiba, Barcelona,
Editorial Destino 1973.
·
El Bazar de los Idiotas,
Bogotá: Plaza & Janés, 1974.
·
El Titiritero, Bogotá: Plaza
& Janés, 1977.
·
Cuentos del Parque Boyacá, Bogotá:
Plaza & Janes, 1978.
·
Los Míos, Bogotá: Plaza
& Janés, 1981.
·
Pepe Botellas, Bogotá: Plaza
& Janés, 1984.
·
El Divino, Bogotá: Plaza
& Janés (1986),
·
El Último
Gamonal, Plaza & Janés, 1987.
·
Los Sordos ya no Hablan,
Bogotá: Plaza & Janés, 1991.
·
Comandante
Paraíso, Bogotá: Random House / Mondadori, 2002.
·
Las mujeres de la muerte,
Bogotá: Random House / Mondadori, 2003.
Ensayo
·
La novelística de la
violencia en Colombia. Tesis (Licenciado en Letras). Universidad del Valle.
Facultad de Humanidades, 1970.
·
La farsa universitaria
colombiana. Colombia: Editorial Carrera 7, 1978
·
Manual de crítica literaria,
Colombia: Plaza & Janés, 1980
·
La imaginación al poder:
Balance intelectual de una gestión burocrática. Colombia: Imprenta
Departamental Del Valle, 1990.
·
La novela colombiana: entre
la verdad y la mentira, Bogotá: Plaza & Janés, 2000.
·
Se llamaba el País
Vallecaucano, Colombia: Impresora Ferina, 2001.
·
Obra Periodística
·
Perorata, Colombia:
Editorial Lealon, 1997.
·
Prisionero de la esperanza,
Colombia: Editorial Grijalbo, 2000.
Trayectoria
política
Vivió
su infancia en un hogar católico y rígido, si bien su madre era de ideas
liberales. Ideológicamente se adscribió en su juventud conservadurismo del
aspirante a la presidencia Belisario Betancur, en cuya campaña electoral tomó
parte activa mientras concluía sus estudios en la Universidad del Valle, donde
se licenció en Letras con una tesis sobre La novelística de la violencia
en Colombia (1970). Posteriormente iría acercándose a partidos de signo
liberal. Profesor durante años en la Universidad del Valle, por su trayectoria
literaria fue becario de la Fundación Guggenheim en 1984 y ha sido dos veces
gobernador del Valle del Cauca por elección popular.
En
el año de 1978 incursionó
en el ámbito político siendo elegido Concejal de Cali y
posteriormente Diputado a la Asamblea del Valle. En 1988 es
elegido como primer alcalde popular de Tuluá,
cargo que ejerció hasta 1990 cuando se presentó como candidato a la Asamblea
Nacional Constituyente, pero no fue elegido. Posteriormente, en 1992 fue
elegido nuevamente Alcalde de Tuluá, desde donde creó gran controversia al
manifestar su desacuerdo a la ocupación por parte de la armada estadounidense
del muelle de Guanchaco, en el municipio de Buenaventura.
En 1997 fue
elegido Gobernador del Valle del Cauca para
el periodo 1998-2000, con una amplia ventaja sobre su más cercano contendor, el
ex Gobernador Carlos Holguín Sardi.
En
el año de 1999 fue acusado de enriquecimiento ilícito por haber vendido en el
año de 1992 una escultura por el valor de siete millones de pesos a quien resultó
ser un testaferro de un narcotraficante. Fue hallado culpable y condenado a
seis años y seis meses de prisión, lo que lo obligó a dimitir como Gobernador y
pagar la condena. Álvarez Gardeazábal se refirió a su caso como
"Orquestado por la campaña presidencial de Horacio Serpa y
la embajada estadounidense".
Tras
cumplir la pena de prisión, Gardeazábal continuó escribiendo artículos y
ensayos, a la vez que escribe columnas en diferentes periódicos y participa
diariamente en el programa radial La Luciérnaga de Caracol Radio.
El 23
de abril de 2009 alrededor
del medio día, fue asaltado en su vivienda por un grupo de seis personas
armadas, quienes lo intimidaron y sólo se llevaron sus dos computadores
personales. Alrededor del hecho se desató una gran controversia por la presunta
participación del ejército nacional, al ser descubierto un vehículo de esta
entidad parqueado cerca de la residencia al momento del asalto. Estas
sindicaciones cobran importancia, debido al papel de crítica y opinión que
ejerce el escritor a través del espacio radial de La Luciérnaga.
Más de cien escritores, poetas e intelectuales de Colombia, México, Francia y
Estados Unidos enviaron una carta de protesta al gobierno y pidieron protección
para Álvarez Gardeazábal.
CONDORES
NO ENTIERRAN TODOS LOS DIAS
Esta
historia es basada en la vida real y se basa en la guerra entre Conservadores y
Liberales. Tuluá jamás ha podido darse cuenta de cuando comenzó todo, y aunque
ha tenido durante años la extraña sensación de que su martirio iba a terminar
el 9 de abril de 1949, es cuando comienza todo.
Un
quesero desde que era niño, fue conservador igual que su padre, su nombre era León
María Lozano unos de los grandes bandoleros que pudo vivir el valle del cauca
su apodo era: “El Cóndor”. Su vida nació en Tuluá, vendiendo quesos en la galería,
a los 17 años contrae matrimonio con una señora llamada Agripina, que con ella
iba a tener dos hijas: Amapola, (y la otra no la nombran en el libro). Como
gran conservador asistía todos los días a la misa de las 6:00 A.M, solo leía el
periódico “El Siglo” y solo escuchaba la emisora “La Voz Católica”, porque no
eran liberales.
Su
vida era normal hasta el 9 de abril de 1949, cuando matan a Gaitán, desde ahí
nace “El Cóndor”. Preparados para la revolución de los liberales, se reúnen
todos los conservadores de Tuluá y de Cali, quedan todo bien armado y comienza
la revolución.
Los
liberales querían cobrar venganza como fuera, pero todo les salió al revés,
porque habían cambiado ahora de Gobernadores, Alcaldes y el Presidente, entre
otras palabras era dominio conservador.
Y
desde ahí comienzas las matanzas a los liberales en Tuluá, había cogido una
fuerza increíble con el pueblo conservador, y desde ahí comenzaron a llegar
liberales muertos en la calles eran 11 por día y como eran dueños hasta de la
policía no los denunciaban ni les hacían algo, después de muchas matanzas se
descubrió el jefe del grupo, que era León María Lozano, y se convirtió en el
mayor matón del país, formando grupos de sicarios en todo el país para matar
todo liberal que se les cruzara, los mataban y los dejaban en las calles sin
identificaciones, y eran enterrados con el nombre NN.
Mataron
miles de liberales en todo el país, hasta los que eran tibios conservadores y
no pagaban las cuotas que exigían.
Ya
por la inseguridad en Tuluá porque vino mucho liberal a matarlo lo obligo a
vivir en Pereira, donde se intentaron de matarlo con un queso envenenado, pero
no lo lograron, y vengo casi su muerte matando 24 liberales al día (mandando a
matar, siempre era el dirigía los asesinatos pero nunca mato). Hasta que al fin
lo matan yendo en un taxi de Pereira a Manizales, porque sus hijas vivían allí,
y como no quería ir en carros majestuosos, se fue en taxi el conductor llegando
a Manizales le da dos tiros en la cabeza y lo mataron así termina la historia
de “EL Cóndor”.
Los
personajes León María Lozano, Agripina, Amapola, Pancho Retentaría, Padre González
etc. La historia se realiza en Tuluá, y el Eje Cafetero. Es una obra Contemporánea.
CONCLUSIONES
·
Aprender y conocer como es
la vida y obra de Gustavo Álvarez Gardeazabal
·
La critica que hace a los temas
de la violencia en Colombia, el fetichismo de
la religión,
la corrupción caciques y
en general al conflicto social hace que sus escritos sean de mucho interés
social.
BIBLIOGRAFIA
·
Enciclopedia Encarta.http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_961535534/Gustavo_%C3%81lvarez_Gardeaz%C3%A1bal.html
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